..Y en mi afán de conseguir lo que para los demás resultaba inalcanzable comencé a crecerme frente al mundo,
sin apenas esfuerzo empecé a ascender por encima de todo,
¿qué más daba si por el camino dejaba atrás algún corazón malherido en la escalada?,
no me importaba nada,el cielo estaba frente a mí..y el cielo me esperaba.
Sentí que llevaba demasiado peso a mis espaldas y decidí soltar lastre,me desprendí de casi todos mis principios y con ellos perdí la noción de la moral,con tan ligera carga subía más deprisa,sentí mi cuerpo y mi alma volar,
mi status,por momentos,aumentaba.
¡Qué duro comprobar que mi alma no volaba conmigo,si no que se alejaba!
..Y cuanto más me crecía frente al mundo más me empequeñecía a los ojos de la persona amada.
¿De qué servia estar arriba si ella no me acompañaba?,mi espectacular subida no había servido para nada.
Si alejas demasiado tu cabeza del suelo pierdes de vista tus zapatos
y cuando te dignas a agacharte descubres
tus zapatos inundados de lodo y tus pies hundiéndose en el fango.
Fue entónces cuando comprendí que debía empezar mi descenso para sacar mis pies del fango acumulado durante tanto tiempo de subir a hurtadillas,
y volver a encontrar mi impoluto reflejo en los limpios ojos de la persona amada. MARGA M.R. (mar 68)-M.B.