Corre! por la planicie etérea de fantasmas
imaginarios, la desierta amplitud de un halo
de flores nuevas, el racimo de la vid cortada
con vidrios fluorescentes... Corre! donde nadie
llegue a lastimarte, ni siquiera rozarte con
chispas de otoños mal dormidos, en cada
tiempo de tu vida... en cada minuto de tus muertes.
Corre! por los campos de algodón que te supiste
inventar, cuando la humedad te rasguñaba en
la caricia de un orfrebe, de miedo y de sepulcro.
Corre! avisora el destino cruel y emerge de las aguas, servidas y ponzoñosas, con el cemento en tus pies y las marcas en tu cuerpecito de chiquilla malcriada.
Corre! musita una alevosía, desde tus labios flor, desde tu vientre de ultrajes y fantasías...
Corre! dame tu muerte, te daré mi vida a cambio para que vivas eterna, en el sedimento artero,
de mis huesos ya gastados de encubrimientos sin retornos.
"....Ángeles, mi recuerdo y mi beso de despedida..."
...Escrita algún día de 1981, a orillas del Mediterráneo.