En la cadencia de noctámbulos murmullos,
la noche expresa su canción embriagadora,
hay una mezcla envolvente en los susurros,
y un viento tibio, pletórico de aromas.
Pasan incontenibles y volátiles las horas,
el reloj va supliendo campanadas,
queda un vibrante y sonoro canto abierto
en la penumbra que furtivamente avanza.
Envuelta en el conjunto del entorno,
mi conciencia va quedando adormilada,
poco a poco me invade la inconsciencia,
soñando en el albor de otra mañana,
que me sumerja en el mar de tu mirada. ALMAVIVA
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!