Significado de un sueño

Mis palabras salían lentas pero muy claras “Yo estoy triste porque tuve un sueño” comencé “en ese sueño yo estaba frente a una casa vieja y casi en las ruinas, en ella se encontraba una luz prendida y decidí acercarme a la casa para ver quien vivía en esta. Cuando llegué al costado de la casa, noté que había una pareja de adultos que estaban comiendo un gran pavo asado junto con algunas ensaladas y mucha bebida.” Me interrumpiste diciendo que eso no era para nada triste sino que era mucha felicidad, pero yo dije que me dejaras terminar ya que todavía no había terminado de contar aquel sueño.

“Cuando los adultos finalizaron su festín” proseguí “noté que ellos comenzaron a juntar las sobras de la comida en una especie de fuente y se retiraron de la sala, en dirección a la cocina, yo decidí ir a ver lo que hacían con las sobras, aunque yo pensaba que se la iban a dar a un perro o algo por el estilo pero, cuando llegué a la puerta trasera de la casa, me quedé pasmado y sorprendido porque lo que encontré en el patio no fue un animal, sino que una pequeña niña rubia, de ojos azules, con unos trapos que usaba de ropas, era muy linda pero estaba muy sucia. Mayor fue mi sorpresa cuando salieron los adultos y le arrojaron las sobras de la comida al suelo y la pequeña niña comenzaba a comer los restos de aquella comida desesperadamente, yo miraba impotente aquella escena sin poder hacer nada y, viendo como los adultos se reían de la pobre niña, la rabia me inundaba hasta el punto de querer matar a aquellos adultos.

Después de aquella visión, la niña comenzaba a lamer el plato y la mujer cambió esa burlona sonrisa a una cara triste y desconsoladora, el hombre miraba extremadamente confundido a la pequeña, por lo que decidió hacerle una pequeña pregunta. ¿Por qué te quedas aquí si te tratamos tan mal, no te damos el suficiente alimento, ni siquiera te damos un lugar decente para dormir? La niña se quedó en un completo silencio y pensando en lo que iba a decir, cuando pasó un buen rato la niña se levantó del piso y miro a los adultos. Porque, a pesar de todo – dijo la niña – los quiero”

Para cuando terminé de contarte la historia, noté que estabas con las mejillas húmedas porque mi historia te había conmovido, yo comencé a secar las lágrimas que todavía brotaban de tus ojos y luego me abrazaste, en ese momento cerré los ojos y comencé a hacer otro viaje por mis sueños más ocultos, los cuales nunca saldrán a la luz.