Que piensas amor, que estoy sola y triste llorando tu partida,
ni lo creas cariño, fuiste amor de un día sin ninguna consecuencia,
de esos que pasan por nuestras vidas, sin apenas dejar huellas.
Nunca fuiste ilusión, que perdurara un segundo, ni pasión con fuego
que prendiera mi hoguera, solo fuiste un placer débil de mi mente,
que en la penumbra que te encontrabas, le di esa luz latente.
No mi amor, ya ni te recuerdo, fuiste árbol sin raíces fuertes,
que ni su sombra sirvió tan siquiera, para ampararme de la lluvia,
que del cielo viniera.
Sólo eres un ser sin rumbo, desorientado y perdido, que nunca
quiso amar o nunca ha aprendido, de esos que van por la vida,
con mucho que buscar y con las manos vacías terminan al final.
Yo, quien un día te quiso, sigue su camino con refulgente luz,
con nuevos objetivos, con las puertas abiertas de su corazón,
esperando que entre en ella, un verdadero amor.
Tu sigue en tu rutina vagando por doquier, buscando
con angustia, otra ingenua que quiera tu querer,
esa que te exija un amor verdadero, si es que has aprendido
a querer, pues ni lo creo.
Quizás pasado el tiempo te halle en mi camino, te mire a los ojos
y en ellos pueda ver, ese brillo que delate que al fin te han querido,
que ha cambiado tu vida y ahora eres fiel.
Maria delos Angeles
(cubabella)