Volver a amarte.

Bastarán las caricias silentes del otoño
para saciar el calor constante de un beso,
y en la ácida imagen de vagos retoños
perderás el dolor que mece en mi embelezo.
Y queriendo dormirte para no pensar nada
despertarás tan solo cubierta de celo,
en la cama vacía de inciertas miradas
abrigaré tu nube vestida de cielo.
Y tratando de imaginar la noche siguiente
perderás el encanto del secreto sincero,
de volver a amarte en cuerpo y en mente
y volcar mis ansias en lo que más quiero.