Sin querer me dejé ganar,
mis brazos vencidos están,
me quedé sin pensar,
sólo la ambición por ver tus ojos,
me llevan a la libertad,
sin querer perdí la brújula,
el tiempo recorría mis espaldas,
y tus manos que me llaman,
sin querer perdí la cordura,
y quice atrapar en el aire,
la calidez de tu sonrisa,
el saludo tierno de tu mirada,
sin querer me quedé muda,
no supe responder,
a los arrebatos impunes,
de mi corazón,
sin querer robé de tu alma,
las notas más cálidas,
que se quedaron en mi corazón,
y ya no se callan...