Simbiosis.

No amerita discursos pordioseros
el sermón del amante en los barrancos
ni tampoco el renglón filibustero
en la bitácora del pirata en su barco,
no compulsa el juez con el testigo
ni el fiscal se debate en los estrados,
no hay justicia para el hombre sin abrigo
en la jaula de cristal del condenado,
no me vengas con sesiones altruistas
de esas que se escapan en las manos
ni me pintes las culpas que a la vista
son recesos que obligan a pensarnos,
no supone el cuerdo en su anomalía
ilustrar a los locos con sedantes
ni quisiera el psiquiatra en homilías
que en la biblia se cambian al instante,
no me ilustres lo que sé pues a destajo
te he amado en las lunas pordioseras,
ni me quejo del hechizo que te trajo
ni me asilo en los cambios de bandera!