Resurrección.

Sus alas estaban heridas
demasiado heridas para volar
y sus ojos demasiado tristes
demasiado tristes para mirar.
Sus manos estaban secas
demasiado secas para acariciar
y su aliento demasiado agotado
demasiado agotado para suspirar.
Pero detrás de esa mirada
detras de esas lágrimas
que corrían de sus mejillas
habia una vida que aun no se perdía
y que podía ser salvada
con el poder de una sonrisa.
Con sus intensos ojos levantó su vista
y miró hacia el cielo del atardecer
aturdido por el llanto de su dolor
rendido y sin saber qué hacer
se dejó caer entre la hierba
esperando que la muerte lo venga a ver.
Y en el silencio agónico de su ser
derrepente escuchó una voz
que le decía y le decía que debía volver
y en sus sueños vió un ángel
que lo vino a rescatar con una sonrisa
recuperando su entera vista
llevándolo a su lugar de partida
devolviéndolo, asi, poco a poco hacia la vida.