Nadie sabe lo que siento por tí,
sólo estos versos escritos en soledad;
pero sólo se que desde que te conocí
todo en la vida me vuelve a importar.
En algún lugar del mundo,
este u oeste; norte o sur,
escondí un secreto,
testigo de los sentimientos de un deseo
que tú encontraste desnudando mi alma.
Te acercaste a ella, intentando fundirla,
encendiendo con tu magia una gran llama
donde me envolviste, para que con la tuya pudiera compartirla
y sentir el calor de tu amor.
Contigo aprendí a querer, a desear, a amar...
y dejar atrás un miedo sin razón;
porque tú le has dado fuego a mi corazón,
y cada día que a tu lado me haces pasar
me vacío para llenarme de ti...
de tus caricias, tus besos, tus abrazos...
Me pregunto si sentirás lo mismo;
si cuando nos besamos crees en nosotros,
si cuando estamos juntos quieres que se haga eterno,
que se cumplan los sueños
cuando en silencio... miramos al cielo.
Hoy soy capaz de gritar al viento
que soy fuerte,
fuerte para luchar por un amor verdadero,
y decirte...
que eres el motivo de mi existir
porque desde hoy te espero,
y se que aunque llegues tarde a mí,
te esperaré...