Maria Helena Gonzalez Camacho,
bendito licor que quisiera libar
para quedarme por siempre borracho...
borracho de amor y no despertar.
El bendito icor que es de los dioses
(que moran por siempre en el Partenon),
ha hecho que escuche atento, sus voces,
y me han elevado hasta tu corazon.
Las diosas del Olimpo te tienen envidia,
los dioses del Olimpo me envidian a mi.
Ha sido Cupido el que con decidia
me dio con su flecha para escogerte a ti.
Muy pronto mi Helena entrare en tu morada
para entregarte esta humilde poesia.
Permite ¡oh,mi diosa!...que mi alma enamorada
te rinda honores y mucha pleitesia.
Estoy enamorado, y mi corazon te aclama,
estoy enamorado como un romantico muchacho,
estoy enamorado de una bella mujer que se llama
Maria Helena Gonzalez Camacho.