Tenía necesidad de cariño
y me lo diste a raudales,
siempre seré tu niño,
el niño de los arrabales.-
Tus sencillas caricias
con amor me las hacías,
tu voz y tu pensamiento
nunca se los llevó el viento,
quedaron en mi mente
grabados a hierro ardiente,
como a una madre te quería,
eras mi ángel y mi guia.-
Muy feliz me hacías sentir
cuando tus palabras oía,
que te las podría repetir
como si recitara una poesía.-
Hoy que soy un hombre,
recuerdo con nostalgia
tus besos y tu nombre
de aquel tiempo vivido,
mi época de la infancia
no quedará en el olvido.-
(Febrero 2012 - JOMCI)