NO PUEDO no amarte.
Te has grabado en mi corazón,
a fuego que con él late.
Y mi sangre herida fluye,
y expande tu viva imagen.
NO PUEDO no escucharte;
ni en el bullicio del tráfico,
que en hora punta me ruge;
ni en el invicto silencio,
que en la noche muerta me abate.
NO PUEDO no recordarte;
ni arrancando las frías hojas
de mi calendario raído;
ni llenando de viejas fotos
mi cajón enmohecido.
NO PUEDO no esperarte;
ni en las mañanas del verano,
de pie ante tu piélago infinito,
anclado en las aguas
de mi nerítico destino;
ni en las tardes del otoño,
sentado en un banco del parque vacío,
aislado en un mar dorado,
de tu cielo caído.