Anhelos pasados

Aun puedo recordar tus manos acariciando mi espalda, tan fragiles, tan tibias y suabes, el aliento que emanava de tu boca ardiendo de pasión cuando me besavas, el olor de tu piel tan pura y fresca como la brisa marina en un ocaso de verano, tu respiración agitada, tus labias temblorosos, el cuchillo que cortava tu garganta al hablar.
La luna se lleno de recuerdos, los recuerdos mas hermosos que vivi a tu lado, ahora el sol ya no calienta, la noche es mas fria, el viento arrastra las caricias de tus manos que una vez forjaron mi mente, cuerpo y alma a tu voluntad.
La lluvia aun me recuerda los besos que a mi rostro otorgavas, las estrellas gritan impacientes tu nombre. ¡Oh! si tan solo el ocaso orgulloso de su poder no hubiese terminado con este amor, si tan solo la arrogancia de la vida no hubiese mostrado su otra cara escondida entre la penumbra.
Hoz aseguro al cielo, por blasfemo que paresca, que aun el sol tan radiante y caluroso pareciera un copo de nieve al compararlo con tus caricias,
hoz aseguro al cielo por ingenuo que paresca, que el viento se detendria para dejar pasar el aliento de tu boca, que salia de lo mas profundo de tu alma, para otorgar el oxigeno a mis pulmones, hoz aseguro al cielo, todo esto y mucho mas.
La luna se quiere suicidar sin dejar legado, se asfixia del dolor que de mi pecho escapa en un leve suspiro del tiempo. La luna es esconde detrás las paredes de la oscuridad, se atormenta toda la noche recordando que muere tras el alba y renace al anochecer, tan ausente de si misma, que deja olvidados trozos de su cuerpo para menguar y acunar viejos anhelos, que perdidos en el tiempo ya nunca volveran