LA LAVANDERA

​​​Yo, que lavo con las aguas de un arroyo cristalino

yo, que entre salgueras y piedras froto los paños finos,

mezcladas prendas de algodon, lana, cañamo ó lino,

y ademas de las enagüas, lavo jubones de maridos

que guarros y sucios los dejan del lavado a su destino.

Ser criada no es delito, pero si Dios me diera cordura

para ser señora y mujer de un rico, y además

sabiduría de dominar de mi entorno el mito, y

ser mujer mandona como nunca se haya visto.

Dame fuerzas Dios mio, como puedo comparar

de lo natural el destino, yo, soy mujer de mandar

aunque no lo crea algún cretino.

Siempre pense que con ideas y criterio

puedes construirte un reino a tu imagen y semejanza,

tal y como tu templanza delimite la realidad,

pues si estas alucinando con tu proyecto de ideas,

no preguntes ni creas que tu tienes la razón, 

solo mira tu corazón,  para saber que está pasando

y ver en la realidad, de concepto o de una idea.

Sólo el tiempo nos genera desgaste y longevidad, 

¿y si el alma fuera eterna?, ¿quién lavaria la ropa?

¿quien dejaria el agua pasar?

pues si el agua es de correr, se lleva la suciedad 

y el trabajo de lavar se representa en historia,

al ver y usar el agua y no detener su curso.

Aunque por poco que yo sea una posible ilustre dama del soñar,

y que en lavar tiene su historia,

siendo una lavandera que lava siempre certera,

con el agua de un arroyo sin cambiarle su destino,

arrastra siempre asi consigo, la suciedad de las prendas

que yo froto con ahinco tanto  a las de lana, cañamo, algodon ó lino.