El último beso cayó sobre mí espalda,
estaba volviendo cuando tiraste al viento.
La llama de mi amor se llevó tu falda,
escondido viaja contigo mi sentimiento
en el dorados de tus rizos será guirnalda.
Erguido en soledad paseo mi orfandad,
la rosa de tus labios sigue siendo dulce,
que fue, savia amorosa de tantas bondad,
es la flor del amor que aun me seduce
al fin de la partida tendrá prioridad.
Mi impulso moviéndose viaja solitario,
tus labios ahora ya son clavel del aire
te vi perderte en un punto ilusorio,
renegué contra el modernismo con desaire,
pues sé que volaste y no es misterio.
Te reclamo, como la flor reclama su abeja.
Arde todo mi cuerpo en amor incendiado,
crujiente esperanza conmigo se queja.
Se aleja mi amor sin haberme odiado,
sufre orfandad mi corazón; vaya moraleja.
Autor: Alcibíades Noceda Medina