Ni un ápice de rencor
en las miradas que te dirijo,
sonrío y levanto la cerveza,
en la pantalla del bar
están echando fútbol,
yo solo quiero emborracharme
y que tus amigos me odien
tanto como lo haré yo mañana.
En tu presencia finjo felicidad,
subo la voz para que me oigas,
hago alarde de una personalidad alegre
y espontánea,todo por tu atención,
para que no me martirice tu indeferencia,
para mantener el control
ante una situación que aborrezco.
Las horas pasan y tu culo sigue en la silla,
no puedo evitar creerme mejor
que cualquiera de esos chicos
que te acompañan,
ellos quizás piensan lo mismo sobre mí,
ellos están contigo y yo con la cerveza,
no siento celos,yo he estado en ti,
me colé bajo tu piel y adiviné futuros
descansando en lo que sienten tus entrañas...
El mundo se ha hecho pequeño en esta sala,
la realidad ha hecho trizas la naturalidad,
saldré dando tumbos,
buscaré otro lugar donde morir
y que otro se ocupe de mi vacante,
o donde perderte
y seguir viviendo
para conquistar el universo...
Me haré uno con mis pesadillas
y lo eterno será ínfimo,
me beberé tus para siempres de un trago
y mañana garganta rota,
estómago llorando,
recuerdos en fuga,
arrepentiéndome de mis actos,
vergüenza de borracho...
Y mañana me odiaré y volveré a quererte,
a echarte de menos,
como echan de menos los desamparados...
sin magia,
sin fe,
sin esperanza,
con resaca melancólica
y amor sufrido
como clavos de viejos ataúdes...