Asoma el otoño, y frente a mi casona,
se escucha un taconear acompasado
por el sonido que provoca el golpeteo
de un bastón blanco.
Es el que emiten los pasos de esa damisela
que cruza cotidianamente rumbo a su tarea.
Pauta de lucha, grandeza y trasgo
llegó invidente al mundo.
Admirable, de esencia pragmática, idealista,
no cegó su esfuerzo, para superar su enigma.
Estudió, se graduó
y ejerce una tarea trascendental.
Conoce con su sentido iluminado
el trayecto exacto, desde su hogar lejano
hacia el lugar de su destino
donde cumple su función.
Encarna albedrío y empuje inviolable.
por salvaguardar su identidad.
Admirada por la sociedad,
muestra a diario su esbeltez y belleza.
Digna de fascinación,
para quienes denotan abatimientos,
vaya para ella mi enorme admiración
de este modelo de vigor,
que pocas veces reverenciamos,
el esfuerzo y el valor
de los seres que llevan la cruz
de exiguos ojos sin luz. Mecha Foderé
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!