Me busco cada tanto,
donde las parafernalias inquietas
redundan y sostienen,
y en ese de vez en cuando
de vigilias y esperas
transita el paso del tiempo
cual juzgado feroz
de otroras intuiciones.
Me hallo, cuando de repente
asisto al funeral de mis venas,
siquiera tendría
la vanidad del osado,
pudiera vertir sin escombros
la caída de la pared oculta...
Me busco en los silencios
de nieblas y de manchas,
mato el crepúsculo
como quien mata
una parsimonia elucubrante,
signos y proverbios
sangre esparcida
sobre tanto inmigrante...
Callo y otorgo,
miento y adivino,
siento y promulgo
sufro y atino...
Me busco donde nada
es parecido ni huelgan
las palabras a través
de las espadas
vertiginosas del presente!