Calmaba la angustia de no tener que decir si,
guardaba la almohada para no tener que sentir
el perfume de tu piel;
escondía mi alma, que desnude ante ti,
podía deletrear cada uno de los gemidos de tu
cuerpo,
casi lloraba recordando tu sonrisa,
me escondo detras de la roca, y vuelvo a mi cama,
a tener relaciones con mis recuerdos,
estas muy lejos y el ambiente se torna rosa,
es tu presencia que vaga en mi habitación,
como huir de ella, mi palabra inclina mi verbo,
y me obliga ha decir, si
ya es tarde lograste tener un orgasmo otra vez
tu ausencia la trasmuto, la vivo,
voy y vuelvo a estar contigo.