La ira es un sentimiento,
que daña nuestra armonía,
jamás dejemos que se apodere
de nuestra hermosa alegría.
Como serpiente venenosa,
la ira duerme en nuestra,
mente,nunca dejemos que
la ira despierte.
La ira desproporciona
nuestro sentir,
haciéndonos gran dolor
en el centro de nuestro
corazón.
Nunca dejemos que ni una pizca de ira,
entre en nuestro ser,
porque la causa será
de gran tesión y estrés.
Seamos, sensibles,afectuosos
y amables,
nunca gastemos ni una gota
de energía, con esta ira dañante.
Debemos apartarla en los
momentos que aparece,
así liberaremos de nuestro
corazón un peso que nos oprime
la razón.
No pronunciemos palabras vanas
a causa de la ira,
elevemos y expandamos
nuestro corazón,
retirando la ira
y colmando nuestro corazón
de amor.
No permitamos que la ira
tenga lugar en nuestra vida,
y sembremos un sendero,
de paz,amor y alegría.