La alborada sintió celos
Al encontrar nuestros cuerpos tendidos,
en este lecho húmedo y revuelto,
después de habernos sentido fundidos,
como en un mar de locuras, resuelto.
La alborada sintió celos
Forzosa se asomó por la ventana,
a regalarnos reflejos dorados
que lograron, de nuevo en la mañana,
sintiéramos deseos desmesurados.
La alborada sintió celos
Huyó, dando lugar al nuevo día,
llevándose consigo la certeza,
de haber visto un amor que sorprendía,
mientras… repetíamos la proeza!!
® Susana Valenzuela 31-08-09