Una vez dijo: Es tu Belleza, espiritualidad,
como lo ideal de la vida, ahora lo olvidas.
Una vez expresaste: Te amo mi bella dama,
eres hermosa desde dentro, ahora ni lo mencionas.
¿Para qué repetías tantas veces?
No tengo la culpa,
que me gustes tanto,
la culpa siempre es suya,
por tener todo lo que me encanta:
su piel, su aroma, su mirada.
Ahora, ni lo recuerdas,
mucho menos, lo expresa.
Todas las frases, palabras bellas,
tan tiernas,tan suyas, guardadas en un baúl.
Desde entonces, mi lugar preferido.
Ahora, sus abrazos, miradas, besos y caricias,
Convirtiéndose cada una, en mi canción favorita,
dejando en el silencio, un suspiro y una sonrisa.
Ahora: ¿por qué lo expresó tantas veces?
Si iba a olvidar tan pronto,la estela,
dejando su aroma en la suave brisa,
mientras se aleja de mi existencia,
camina con pausa, lentamente, sin prisa,
negándome ese arrullo hermoso de su sonrisa.