SILENCIE MI ROSA EN TU SILENCIO
Silencié mi rosa en tu silencio,
de una cruda y fría madrugada,
cuando oí llegar todos tus pasos
y me fui corriendo como el alba.
Apague mis luces y candelas
y me fui al desierto de Namibia,
donde vi, morir nuestra semilla
entre dunas y lágrimas saladas.
Pero muy a pesar, de todo esto;
sigue viva la flor que me has dejado,
que cabalga en mi sangre, cada noche
y te observa en el cielo estrellado.
Si algún día, regresases de las dunas
y miraras al oriente del desierto,
verás que aún, florece con holgura
mi ternura en la opacidad del recuerdo.
Porque, casi nada está perdido
solo el agua que de mis ojos estalla
se convierte en roca que dormida,
gobierna el horizonte y la mañana
lacerando mis quimeras y mis manos,
que hoy éstas letras te escriben,
sangrando como lo hace el verano
cuando regala sonrisas y alpiste.
be bj
28/12/2003