Inmóvil al verte sentada a mi lado,
Estas en mis sueños, me siento a ti atado,
De noche no duermo, ya estoy desvelado.
Te veo tan linda, siempre tan callada,
Me elevas al cielo, con una mirada,
Y observo en tus ojos la luna plasmada.
Al escuchar tu voz se viene a mi mente
Tus manos, tu pelo, tu cuerpo relente.
Que al verlos de envidia se muere la gente.
Tus ojos brillan mucho más que la luna
Y al verlos de cerca descifran ternura,
Que tanto yo anhelo en mis noches oscuras.
Cuando te tengo cerca mi cuerpo tiembla
Y mi corazón late desesperado,
Porque tu silueta a la razón tienta.
Me dejas inmóvil y un tanto perplejo
Si pasas tan cerca no sé lo que siento
Con esas miradas tan solo me pierdo.
Este sentimiento es demasiado grande
Es algo tan apasionado y sensible
Y para mí olvidarte es casi imposible.
Pues como olvidarte ahora, ¡justo ahora!
Que la ansiedad, me consume y me devora
En un segundo, a cada instante, a cada hora.
Muero por tenerte en mis brazos, atada,
Acariciar esa piel tan deseada,
Y besar esa boca dulce... rosada.
Andrés Soria Jácome