Salvada está tu alma en el jardín de mi recuerdo..

No sé si a tu lado cuando estoy
mis ojos te demuestran lo que siento;
si mis manos se mecen sin pensarlo
como barcas en el rio de tu cabello;
o mi corazón, caballo sin bridas,
se desboca en el monte de mi centro...
Pero seguro, cuando solitario
al alba despertando no te veo
las rosas de mi dicha se deshojan
y vacío me parece todo y todos
y te hecho mucho de menos...
No sé si feliz es mi sonrisa
que provocas como a niño sonajero;
no sé porqué ni cómo pero río,
y mi risa llega al cielo...
No sé si soy frío cristal, acero
o mármol endurecido por el tiempo,
pero amada cuando río me llega la verdad,
la verdad de mi misterio;
por ello cuando río no soy acero,
ni cristal o mármol por el tiempo
endurecido... ¡que soy fuego!
No sé si en tu mirada tierna
entre sábanas a la luz yo te demuestro
la razón que se esconde en mis pestañas;
no sé si al mecerte en mi cuerpo
sorbiendo la esencia de mi dicha,
cerrando los ojos al infinito,
yo dichoso en ti también me mezco...
Pero ahora en mi soledad me crezco
y uno a tu vaivén el mío firme
y veo sobre tu cuerpo mi cuerpo,
tu sonrisa, tu mirada, tu llanto,
tu alma encantadora. ¡Ay,del cielo,
del mundo con su gloria y sus riquezas
si privarme quisieran del recuerdo!
No sé si ahora al recordarte
y rozar la almohada en mi sueño
estoy tocando el aire, navegando
o realmente te toco con mis dedos;
que habrá rosas en jardines bellas
de olores perfumísimos y buenos
y abrirán sus galas a la Luna
llenando de belleza el firmamento;
pero morirán un día, y todo al rato,
su gala, su belleza en el destierro
se verán: ¡salvada amada está
tu alma en el jardín de mi recuerdo
que no te quiero como a rosa...
¡QUE TE QUIERO!
Pio espejo