Me voy yendo.

Me voy yendo, despacio
Sin ruidos aleatorios,
Partiendo de vuelta
Al principio de las fuentes,
De las raíces de las que nunca
Debí partir y ante todo
Volver al refugio
Que limpió los halos de la mente,
Me voy yendo, en silencio
Hastío de un verano transitorio
Con las alas del alma
Con el vuelo protegido,
Donde el descanso
No precede a una calma
Y las tormentas
Se transforman en olvido,
Me voy yendo, acicalado
Durmiendo el sueño perentorio,
El del ángel vivaz
El de la cuna del castigo,
Se va el hombre
De las causas y envoltorios
De tanta cáscara silente
De tanto humo y tanto frío,
Me voy yendo, en sinuosa
Liturgia de duelos y velorios
En terciopelos negros
Que ayer murieron conmigo,
Y cuando ya me haya ido
Porque la noche tiene ese encanto,
Sabrás que fui duende
Entre la alquimia atardecida
En esos rincones
Que hoy me duelen tanto
en esos dolores
que me curaron la vida!