Ayer me senté de frente,
Al silencio, a la soledad y a la tristeza…
El silencio nada que quería hablar…
La soledad que casi se me pega…
Y la tristeza que se echaba a llorar…
Y les pregunté molesta:
¿Hasta cuándo me van a acompañar?
¡Iros de una vez por todas!
¡Dejadme en paz por piedad!
Acto seguido…se fueron…
Pero apareció la realidad…
Quien me dijo al oído:
¿Qué harás ahora, que has quedado más sola, que la misma soledad?
¿Te convertirás en solitaria?...
¿Tu misma te desterrarás?...
Será mejor que recapacites…
Y dejes entrar a la soledad,
Ella por lo menos te acompañaría
Por momentos nada más,
Mucha gente la requiere y no siempre se podrá quedar…
Además, llora con tu tristeza,
Al fin de cuentas, ella se cansará de llorar…
Y después verás que quedas,
Más tranquila con la verdad…
Y no quiebres a tu silencio…
Que él, sin necesidad de hablar
Te revelará sus secretos
Y te permitirá escuchar,
Esa voz que llevas por dentro…
Quien es... quien mejor te sabrá guiar…
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!