Improvisando requiebros a tu inocencia
perfilabas, con entusiasmo amanecido,
sendas lejanas de años sin licencias
a ritmo de corazones desprendidos.
El oro fluido y dorado, se te ha visto;
arrojabas tus semillas en zanjas de poniente.
Y a un fértil pueblo, fundido en Cristo,
honrar a tu ley con un verso caliente.
Hoy bebemos, de ansias y requiebros,
el calor de Patria que te ampara.
Un pulso de Estado es tu gobierno,
justicia al pueblo nos deparas.
Gozamos las quimeras que, bruñidas,
cual álamos del camino en la ribera,
inventan esencias del alma enardecida;
pues, eres astro, en tu casta y tu señera.
La mejilla caliente y encendida,
con un sueño largo de profeta,
“España”, cara arriba, enardecida;
que a la luz de un solo corazón, despierta.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!