La soledad ante el teclado

Ciertamente este es un espacio seguro
para contar mi deseo más iluso
para relucir mis intimidades
y mis propias facultades.
Me permite escribir libre de miradas
y luego cuando aparece mi nombre en pantalla
me siento como en el ruedo frente a la arrancada
Mi mirada puesta ya en el futuro desea lucirse
moldeando la figura a mi antojo
pero siempre desde el barro que atesoro
Ciertamente es un lugar seguro
que cuando desfalleces en rito final, aun,
manteniendo la memoria en los bytes,
no hay vergüenza posible, porque
desde la soledad ante el teclado
se ha creado un mundo, mi mundo,
que estaba sentenciado a mostrarse por extrema devoción
Aquello escrito está ordenado en el cajón del sistema
y guardado en mi memoria, como las últimas primaveras.