Arrescostada entre tú lecho senti tu latir en silencio, me acobijaba y hasta tú respiro alcanzaba.
Yo, admirando tu tonada de ternura, cantando canción de cuna, vislumbrava la sonada de tú canto rocio, como cuando se arrulla a un niño cuando tiene frio.
Que admirable Madre mía sentír tu algaraía y ejemplo, pero me embriago el lamento, cuando trozan tú tonada, callas y no dices nada, solo respira y no te das por vencida, tratando de sanar tú herida.
Tienes el valor de resistir los variados tiempos que aparecen en su justo momento, Invierno, Verano, primavera y Otoño y siempre triunfa el retoño.
Como podríamos vivir, ya que sin tu esencia no podríamos existir.!
Con tu profundo aire nos mantienes vivo, de la tierra comemos lo que enjéndras, de tú ciclo que haces fruncir el agua de los mares y Rios, la cual siempre consumimos, que más podemos pedir, ya que sin ti no podemos vivir.
Yo te vuelvo a mirar y aunque te traten de maltratar, sigues siempre adelante y aún más triunfante. Es cuando más hermosa te colocas, con tus ramas y hojas frondosas.
Hoo. Madre mía eres hermosa.!
Que más puro ejemplo, que el de tú sabia grandeza, yo siempre estaré agradecida, por tú grandiosa franquesa y por tú escultural belleza.
madre mía eres dueña del Aire, de la Tierra, del Agua y el Fuego, y con tú tenoz esmero nos enseñas a dar pasos firmes y que la vida sigue.