Adormecido entre sueños
creí que volvería a ti,
pero he oído decir al viento,
fuera vete de aquí.
Arrancaré de mi
este sufrimiento,
esa fuerza que viene de ti,
que aunque te siga queriendo,
te diré adiós, para no sufrir.
Busque la forma de encontrarte,
padecí al desearte,
pero ha llegado el momento,
de decirte adiós y olvidarte.
Deseo que encuentres la gloria,
deseo que seas feliz,
deseo que me recuerdes
como algo dentro de ti.
Porque para mi
seguirás siendo la rosa,
la amada, que por muerte perdí,
arrancarme de mi tus recuerdos,
esos por los que tanto sufrí.
Yo tengo por ti la condena
que es por si el destierro,
quisiera dejar la pena
en este apagado desierto.
No quiero que por mi sufras,
amargos y largos recuerdos,
si un día fui tuyo
llévame amor en tus adentros.
Te deseo buena suerte
y que encuentres compañía,
y cuando vuelvas tus ojos, en un mañana,
te acuerdes de mi algún día.
Ahí te quedan mis recuerdos,
ahí te quedan mis ilusiones,
enterrados entre cimientos,
horas de ensueño doradas.
Tengo que decirte adiós,
aunque duela el decirlo,
pero es tan grande el dolor
para tan poco camino.