Mi amado Potemkin,
¿cuándo habré
de estar
en tus brazos?
¿Cuándo podré
escuchar tus pasos?
¿Cuándo será
que me arrullés
entre tus tiernos abrazos?
He esperado por vos
casi un tercio de mi vida,
por favor que diga Dios,
cuánto falta todavía.
Ya quiero embriagarme
con tu amor,
acalorarme en tu calor,
deleitarme con tus ojos,
corazón.
Serás el peñón
que asiente mi alma,
serás el amor que robe mi calma...
mi amado Potemkin
el tiempo pasa
y te espero con la misma pasión
y la misma ansia.
Serás de mi mente la razón,
serás de mis días el color,
serás de mis sueños la ilusión,
venite ya
que sin vos
ya no quiero más nada.