Soneto besos ajeno del mundo

Bello momento en tiempo de besarnos,
es de una forma tan apasionada,
al cerrarse en instante la mirada
nos consumen la gracia de abrazarnos.
Fundidos sentimientos colosales
despertó la ansiedad del alma mía,
en la tuya es total algarabía,
mezclando los instintos pasionales.
El fugaz contacto de nuestros labios
en silencio permiten intercambios
sublime, delicia es cada segundo
y celebramos la fuerza de amar;
llegó cual ímpetu de bravío mar.
Besándonos, olvidamos al mundo.
El señor de los fierros
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