MI AMOR NO TIENE LEJANÍAS.

MI AMOR NO TIENE LEJANÍAS.
El último romántico.
Esta mañana, desperté sobresaltado. De un salto, quedé mirando la pared de mi cuarto, como una enorme pantalla en la que transcurriera parte de mi vida. Con lentitud, me senté en el borde de mi cama, deslicé mi mano en las frías sábanas, las acaricié hasta tocar la almohada, cerré los ojos, la tomé entre mis brazos y explotó mi soledad.
Mi cama está desierta, fría, sin recuerdos, de noches que fueron horas vacías…donde sin saber siquiera sus nombres, ocupaban mi tiempo en un intento por olvidar mi soledad.
Pero, siempre preludio solo mis mañanas, abrazado a mi almohada, en sábanas que, horas atrás, eran llamaradas, cubriendo cuerpos calientes por el deseo carnal.
Solo y triste, tus recuerdos me llegan, mujer en la distancia.
“Hoy quiero escribirte esta carta. En ella encontrarás un cúmulo de sentimientos que llevo en el corazón por ti, por este amor que va impregnando día a día mi ser. Es tanto lo que te amo que me es imposible pasar un momento sin que llegues a estar en mi mente.
Si te escribo es porque no puedo hoy, mirarte a los ojos. Para decirte de frente todo lo que siento. ¿Por qué no puedo?.porque la distancia deshilvana tu cuerpo del mío, porque estamos tan lejos uno del otro, que es difícil pensar que un día podamos estar juntos.
Si supieras cuánto es mi anhelo de pegarme a tu pecho y sentir tus brazos rodeando mi cuerpo. Sentir tu suave respiración en mi rostro, escuchar el rítmico y acompasado latido de tu corazón. Si tan sólo supieras cuánto anhelan mis labios besarte, sentir la tibieza y suavidad de tus manos en las mías, saberte cerca de mí. Despertar en medio de la noche y verte dormida a tu lado, ¡besarte hasta desfallecer!
¡Amor mío!, déjame llamarte así: ¡Mío! Porque aún cuando estamos distantes en presencia, nuestras almas están unidas por ese lazo invisible que llamamos, AMOR.
Son muchos los momentos compartidos a través de ese frío e interminable hilo telefónico, que nos une y nos separa.
Son inagotables los instantes en que deseo con todas mis ansias poder tocar tu rostro, adivinar cada pequeño pliegue de tu piel, resbalar dulces caricias por cada uno de los poros de tu piel…¡Amarte! Susurrar a tu oído todas estas palabras que se quedan prendidas de mi boca porque no puedo tocarte, no puedo besarte y siento que la melancolía me invade como una bruma azul.
Quisiera tenerte, para desbordar como un torrente, todo este caudal de sentimientos y saber que soy tuyo, y eres mía, en cuerpo y alma, en presencia y espíritu.
Aun cuando es imposible el saberte conmigo, ¡Te amo!, Te amo porque me enamoré de ti entregándote mi vida entera, mi ser e ilusiones, mi amor constante y pleno que no admite lejanías, que no admite distancias, que no admite el perderte.
Has sido en mi vida la fórmula magistral que cura mis heridas, me has abrazado en
Silencio, me has besado con dulzura y yo he percibido ese dulzor de tus labios, ésos que aún en sueños tengo presente. No importa amor, no importa que estemos separados por la distancia. Aquí, seguiré amándote hasta el final de mis días, porque mi amor es grande y extenso como esa travesía que en ocasiones nos divide…y mucho más…
Querida, seguiré amándote porque eres para mí lo más hermoso que la vida me ha regalado. Siempre estarás en mí, así como yo lo estoy en ti. Te amo, te amo con toda la fuerza, con la constancia y fe de que nuestro amor es eterno y especial, inquebrantable y duradero. Te amo porque eres mi complemento, porque eres mi vida, el amor que soñé tener un día. Te amo por ser quien eres, tuyo siempre,
Edgardo.