Muere una ilusión, nace un recuerdo.
Se deshilacha un corazón, y sangra
tiñendo de rojo un tiempo venturoso,
una ilusión vacía, desbastada.
Y moja su pluma en rojo la nostalgia,
grabando con palabras de infortunio
el dolor, que causa el desengaño
y provoca sentimientos tan dañinos.
Ya los sones perdieron su armonía,
escucho una canción desenfrenada.
Ya las letras olvidaron la poesía,
sólo aullidos que al fin, no dicen nada.
Un telón de negro terciopelo
estrepitosamente cae, y me derrumba.
Junto de a pedazos, uno a uno mis sentidos
y reuniéndolos, con esperanza, pienso en mañana.
®Susana Valenzuela
30-04-13