El juego de la vida

Algunas personas consideran que la vida es una continua batalla, en la cual
Deben enfrentar todo tipo de dificultades procurando salir triunfantes.
Pero también podrí­a ser vista con una perspectiva más positiva, y considerarse que la vida de cada uno de nosotros es un juego con nosotros mismos, con los familiares, amigos, compañeros de trabajo. En este juego cada uno de nosotros puede ganar, empatar, o perder, pero el objetivo principal del juego de la vida es mantenerse en el, procurando ganar y disfrutar junto con los demás. La mayori­a de las veces que perdemos y no disfrutamos, o hacemos que otros pierdan o se frustren, se debe a que ignoramos las reglas básicas para permanecer en este juego y ganar.
Muchas personas como tú, como Yo, al vivir jugamos el juego en forma inadecuada, a veces estúpidamente, sin obtener ninguna ganancia, ya sea para sí­ mismo o para los demás. Si deseamos ganar en este juego de la vida, pasandolo bien y proporcionando bienestar a nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos, deberí­amos conocer las reglas que nos permitirán jugar mejor. Sólo así­ obtendremos resultados positivos para nosotros y los demás.
Yo he puesto mis propias reglas en el juego, que son indispensables para aumentar mis
Posibilidades de ganar en el juego de la vida.
Aplico estos sencillos principios a mi quehacer cotidiano, me ahorro una cantidad de conflictos y tensiones y obtengo mayores satisfacciones en el transcurso de mi vida.
Si no tuviera piernas, ¿Cuánto pagarí­a por tenerlas? si no tuviera ojos ¿Cuánto pagarí­a por ellos? ¿Cuánto vale el saber leer? ¿En cuánto valoro la disponibilidad para reí­r y tener el potencial para disfrutar de la naturaleza, de la música, de aprender cada dí­a?
Este pequeño ejercicio me sirve para que enfoque en una forma positiva todos mis recursos que tengo ahora, y que antes desperdicie por no tomarlos en cuenta.
Esto me permitiría modificar la perspectiva negativa acerca de sí­ misma. Hoy puedo apreciar mis ventajas de que dispongo, para recomenzar el juego de la vida nuevamente.
Vivo con sencillez: Mantengo la capacidad de apreciar las cosas simples.
Disfruto de mi trabajo, cada dí­a hago algo más de lo que se espera de mí­.
Mis fracasos y derrotas son etapas que me conducen hacia algo mejor, que en lugar de hundirme me han servido de experiencia y como lección para aprender algo acerca de sí­ misma o de los demás.
Procuro ser el mejor ejemplo para mis hijos, familiares y amigos. Soy positiva, competente, colaboradora hago lo necesario para que reine el bienestar.
Cuando considero que es injusta la vida, pienso en los que tienen menos ventaja que yo, que sin embargo sobreviven y no se amargan con la existencia que les tocá llevar: Los ciegos, los inválidos, los sordomudos.
Cuando hay algo que yo no puedo cambiar, lo mejor es aceptarlo y estudio la manera de seguir viviendo
No malgasto mis dí­as culpándome de mis errores pasados, yo cuento con este dí­a para mostrarle a mi gente que tengo la capacidad para hacer un aporte a la vida que vale la pena.
Tengo sentido del humor y me rí­o de mi misma y de la vida.
Aunque esté sumergida en problemas, no dejo de mostrar algún rasgo humorí­stico de mi carácter. Después de todo, la vida es un juego, y los juegos no deben ser tomados demasiado en serio. Es un juego dónde no se procura que si yo gano, los demás deben perder. En lo posible si queremos que el mundo mejore; actuemos para que ganemos todos usted yo y los que nos rodean.
Hay que reí­rse de si mismo, del mundo y no tomarse demasiado en serio, el juego de la vida, para evitar que el sentido del humor se coagule en el cerebro y nos produzca un infarto por ser unos amargados.
Genito/vevi0/Otoño/2009.