El sube y baja de la vida, cual el juego de niños de una plaza
cualquiera, aventura y desventura, sueños y quimeras, ardides
de pequeñas galaxias perdidas entre el ruido alimentado
por el amor y la espesura, cánticos de los humildes, que se
balancean en él, cuales sordos infieles de una casta castigada,
cálidos alnuerzos en la terraza profana de ayeres y presentes
vapuleados, el sube y baja de la vida, con sus dones imperfectos
y el recorrer inhóspito de almas en la vigilia dormida, magias, alquimias, la humedad de un otoño y el seco estómago de los pobres indigentes
discriminados seres olvidados por el sistema afixiante de cuatro
locos tras un escritorio.
El sube y baja de la vida, veo tan cerca la gramilla de la plaza, que
me doy cuenta que me toca descender en la cuesta silente
de este laberinto de profiláticas bondades.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!