Es temprano,
apenas el sol está haciendo
su acostumbrada y deslumbrante aparición...
y yo aquí...con mis pensamientos,
escuchando una melodía suave, penetrante...
con la mirada fija hacia el horizonte
y como siempre, pensando en ti, siempre en ti...
La brisa ligera ha rozado mi mejilla,
y he sentido tu ser, aquí,
precisamente junto a mí,
he visto tu presencia
como si tu cuerpo pudiera palparse,
es tan real esta sensación
que si no fuera porque me doy cuenta
de que no duermo, pensaría que es un sueño... Tal vez,
es ese lazo tan apretado que nos une,
ese latir tan fuerte en nuestros corazones,
esas ganas inmensas de permanecer unidos,
entrelazados nuestros cuerpos
en un mismo espacio, en un mismo tiempo...
Tal vez, es la añoranza,
el deseo mismo de romper barreras,
de acortar distancias,
de cruzar los límites de nuestra existencia,
de perder la razón
escondiendo la cordura misma en su esencia...
Ya está amaneciendo,
se dispersan los sonidos nocturnos,
y el nuevo día se abre
cual mariposa en busca de su néctar,
cual rosa que sale de su capullo
dejando ver su hermosura sin igual...
La luna,
ya se ha escondido totalmente en su cueva celeste,
para dar paso al gran astro de la luz,
la melodía cesa,
mis pensamientos vuelan muy lejos de mí...
pero siempre encaminados a un mismo rumbo...
Déjame permanecer en ti...