Y te volví a ver en tantos años, con esa mirada destructiva, con el mismo andar tan arrogante, con el corazón lleno de espinas. Y te volvi a ver. En ese instante, pude percibir tu hipocresía, que eras insensible, petulante, que tenías el alma corroída. Y te volvi a ver, !Bendita sea! porque no sentí nostalgia alguna, porque tengo limpia mi conciencia, porque ya no tengo tu atadura. Y te volví a ver en largo tiempo, ya mis sentimientos se esfumaron. !Que placer sentí cuando me viste, y cuando te ví ahora, tan lejano!.