Duda circunstancial,
que me siegas y apagas,
que no eres visita
sino planta arraigada;
mece el viento mis defensas
tan ineficaces por sus cambios,
que lejos de una estrategia
se torna febril y lesera;
por ello, guían mis pasos,
la fortuna o la suerte
bajo el camino en penumbra
inseguros tropiezos regalados.
Cuanta oferta agradable,
diversa la demanda existente,
una me lleva a verte
y la otra me aleja de ese antes.
Antes y después,
que pronto o tarde cambias,
siendo ya madura
tu crees en mi regazo.
Existencia duradera,
si la muerte no te saluda,
vuelva la gracia a tenerla
y elimine esas dudas pulcras;
mas sino tengo es breva
de sentirte en mi seno.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!