Mi inherente compañia

Una noche fría

que no tiene final

Un dolor punzante

que abate mi pecho

Un vacío agobiante

se abraza a mi lecho

Fantasmas, vienen y van,

acosan mi sueño;

De mis noches se hacen dueños.

Trajinan con vil empeño

Sentimientos acusadores,

de turbios colores

Pensamientos instigadores,

cual saetas feroces,

se avientan contra mi almohada

Y la Venus, cae helada,

en brazos de Morfeo.

Se aplaca el deseo,

tiñendo de lúgubre gris

mi alcoba desolada

Pero aún estás ahí

sigues al lado mío

Y yo, tiemblo de frío

Estás ahí gimiendo,

cayendo, muriendo

Y no logro zafarme,

escurrirme, escaparme

de un amor en agonía,

vestido de cobardía,

mi inherente compañía