Mi ombligo es un volcán que llora

Y yo durmiendo

mientras las arañas de mi casa

crean octógonos de telarañas:

se comen a la muerte,

¡y su belleza es una trampa!

Y yo fumando en el último rincón

que se me escapa de mi suciedad,

¡y las cordilleras atrapando nubecitas!

Y las maderas podridas se 

hacen negras y viejas, 

¡y yo lamentando mi juventud

mientras espero a que algo suceda!

Mientras tanto sueño con una

de sus mamadas, ¡y el viento me empuja:

despierta que fantaseando se nos riega el

semen entre papelitos, poemas, sábanas

y cañerías! - El sexo está muy sobrevalorado.

Bajo la cisterna y los pajaritos vuelan: 

la libertad ya no sabe ser libre

y cada dos por tres se detiene a picotear 

de las muescas del tiempo, 

¡y yo riéndome por ver arder el sol

entre la boca de los enamorados! Tarde 

o temprano les llega el ocaso

y sabrán que las bocas no albergan

más que un vacío que sentiríamos 

sino fuera por la fricción de los dientes. 

Luego el silencio les incomoda

porque siempre han estado acostumbrados al ruido.

El Hombre- Pájaro 

que todos quisimos ser

¡y todos, como descerebrados, 

dejándonos mojar las plumas! 

Y húmedo he escrito

las penas que se me ahondan

en el ombligo, ¡y metiendo

el dedo en su interior

me remuevo las cenizas

que ayer me lloro el sol!

Juan Pedro Pablo

https://www.facebook.com/amagi.csu