Atrapada en la arena
En este mar de arenas…
Un lugar tan inmenso, sola, cansada y sedienta,
ya casi desesperando, al no encontrar salvación.
En este mar de arenas…
Inmerso en una fuente de agua fresca y cristalina,
nombrándome extendías hacia mi, tus fuertes brazos.
En este mar de arenas…
Ven a mi, repetías dulcemente, cuando siempre,
causándome dolor, eras del todo indiferente.
En este mar de arenas…
Donde permanecía enterrada sin poder despegar,
tu adónica figura contemplaba, sin alcanzar.
En este mar de arenas…
Sintiendo aumentar mi pena y creciendo mi dolor,
pude ver llegar las sombras, con terror inaudito.
En este mar de arenas…
Con la noche y el frío, recobré en parte el sentido
y me di cuenta, que dueña fui de un espejismo cruel.
® Susana Valenzuela
10-09-09