Perdida en la noche, tu mirada se adentra a lo profundo de los sueños, plácido descansar de tu alma, que en sueños lo añora, a él, solo a él.
susurran tus labios, agonias de amor, soledades y solo escucho tus palábras al viento, a la noche.
Mis manos no pueden evitar tocarte, pero mientras lo hago, tú repites su nombre, le expresas tu amor, me confundes, con él. Es en ese momento en el que te hablo, no para despetarte, sino, para que me escuche tu alma, y sepa que soy yo quien te acaricia, quien te llena de besos, quien te abraza. Anhelando que algún día esas palábras de amor, me las menciones a mi, anhelando oir de tus labios un te amo que contenga mi nombre.