El sol se marcha a otro lugar del mundo,
hay poca luz en tu estancia,
el hábitat es el apropiado,
nubes de humo forman el cielo,
la temperatura es la idónea,
te alejas un rato del invierno.
Estás encendido aún
cuando el resto de humanos de la zona
han puesto ya
el interruptor de sus mentes
en posición de apagado,
estás solo
ya lo sabes,
pero estás bien,
reflexionas,
hay quien hace cosas admirables,
tú no estás para eso
y no importa un comino,
el mundo flota a tus pies,
hay confort en la serenidad
pero no puede faltar un toque de locura.
Este es el momento de sentirte grande
a la par que pequeño,
la noche,
aunque no hayas hecho nada
tienes mucho en qué pensar,
es lo constante,
lo diario,
el presente dialogando con el pasado.
Muchas noches así te han parecido horribles,
ahora no,
ahora son tuyas,
puede que incluso lo disfrutes,
pero nunca te confíes,
el monstruo acecha en las sombras,
solo lo detiene tu brillo,
no te apagues,
no te fundas,
continúa. . .