Gracias Leidy Angélica

En el jardín de mi vida, tu presencia florece,

Leidy Angélica, callada y serena,

tu esencia en cada estrofa se ordena.

Leidy Angélica, luz que a mi alma enriquece.

En pentasílabos y heptasílabos danza,

tus palabras se entrelazan con el viento,

y en octosílabos, la rima avanza,

como susurros cálidos y lentos.

Eres la nota perfecta en el concierto del tiempo,

la melodía que calma, la escucha sincera.

Leidy Angélica, en este poema agradezco,

y en cada verso, mi gratitud es verdadera.

Fuiste mi brújula en la tormenta, el faro en la niebla,

cuando mis pasos se perdían en la oscuridad,

fuiste el destello que alumbró mi vaciedad,

y encontré aquella chispa luchando en la penumbra.

Gracias por ser mi confidente,

porque en ti encontré el camino de vuelta a la inspiración,

ahora con nuevo brío, agiganto otra vez la imaginación,

recuperar lo perdido, SIEMPRE.

MARCOS SONCCO

2.6.2024

Lima