Hermoso despertar, sobre un nido de besos,
blanco satén, sol de la mañana cubriendo sueños,
entre pétalos de rosas, dentro de un rojo fuego,
abrazada a la eternidad de unos brazos sinceros.
Te quiero, con voz hambruna, de tanto quererlo!,
susurros de un llanto, felicidad en mis adentros,
resurgiendo como Diosa, con ojos de silencio,
lágrimas de amor, sin quererte echar de menos.
Estrellas encendidas, candelabros del mismo cielo
amarradas con la luna, cantando entre mis deseos,
manto que me envuelves abrigándome de nuevo,
cuánto te he esperado!, cuánto tiempo muertos!
Desaparece el mago, dando paso al mismo infierno
paseando entre arrecifes, abruptos y efímeros,
sobre algunos días, que tanto padeció mi tiempo
difuminando una rosa,calmando los sentimientos.
Y sobre un ramo de rosas rojas, despertó,
sólo era un sueño, y nunca más durmió