Lágrima envuelta en sal

Lágrima solitaria que amaneces en la playa
entre la lluvia fina que humedece la arena
entre los vientos secos
que arropan a los ojos del invierno
y ciegan a las estrellas
en las injusticias del sueño.
Lágrima que escuchas mis llantos
al amanecer de las abejas
posando los secretos
en la miel de unos besos.
Lágrima viajera , que anocheces a mi vera
cuando el silencio
retumba como un eco
en la profundidad de los ojos.
Lágrima sincera, te bañas en multitud
y te escondes entre los labios
impregnado un gusto a sal
como si la mar
hubiera viajado entre las nubes
y hechizado al cielo.
Lágrima que despiertas a mi lado
despojando letras de socorro
muriendo en la yedra del río
donde los sueños se ahogan
como los años de un niño.
Y mis ojos ojerosos
color al rojo más intenso
que se iluminan ante la oscuridad
como farolas de invierno
que viven en cautividad
abrazando el alba
lineando caminos en el cielo
a la espera de una lágrima.
Lágrima que falleces en mis manos
entre las arrugas de mis años
en el carmín de las hojas
en la resina de unas huellas.
Lágrima que disfrazas el dolor
en la melancolía de una canción
escribiendo historias de amor
en las pestañas húmedas
que lloran recuerdos
en las raíces del corazón.
Lágrima envejecida en las ondas del vino
caducando las noches junto a la chimenea
reguardando del frío
las fotografiás polvorientas
calmando el adiós bajo la alfombra
y esperando que el reflejo
de tu misma lágrima
sujetara la copa vacía
derramada en la fosa de la almohada.
Y mis ojos ojerosos
color frambuesa
ocultos en la niebla de la arena
esperando que el otoño
anochezca las luces de la ciudad
y las hojas sueltas
se posen en mi mesera
y cuenten la historia
de unas abejas
dormidas en la acera
de una burbuja de sal.
Lagrima amiga, vuelas por mis ojos
y te desnudas ante el cristal
viajando sin linaje por la piel
dibujando la forma de una gota
llegando a la boca
inspirándote en la poesía,
y al tocar el suelo
mueres al mismo tiempo
que otra lágrima nace.