Romance, en el cual reconoce que las malas elecciones son las culpables de tanta melancolía.
Ufana ya es la noche con su negra travesía
Que inunda de tristeza corazones;
Llamas negras de luces indefinidas.
Incendio mortal de ausencia definida.
Claridad perdida en el alma, que acosada,
Llora por ver si en su llanto haya
Al dolor poder dar despedida.
Mas, cuando ya le encuentra alivio,
Al dolor, que impertinente,
Quiere tomar en el alma asilo,
Sin querer ser gala de ausente,
Le da más vuelta al liston, que imprudente
Lastima y agravia al alma
Que al dolor no puede vivir ausente.
Cúan cruel puede ser un amor inoportuno
Más peligroso un amor jamás deseado
Escarnecido es un amor idolatrado
Y vencido es un amor acumulado.
Canticos del alma que en su dolor
Desdeña el morir al hado importuna
Con mustias señas de dolor, inoportuna
Que por su ocio ella misma ha creado.
No se puede tomar por amor
Lo que se puede confundir como un cuidado
Y no se puede tomar por alivio
Lo que se piensa está olvidado.
El discurso de la vida, es a mi entender
Apreciado, mas de mi ser es lo despreciado;
Causa del dolor, que suspendido
Navega por el alma, y sin cuidado,
Destruye del amor lo omitido.
El amor, no siempre, será al alma razonable
Mas, tampoco, será del corazón lo temido;
Lo que causa dolor es no saber usarlo
Y no saber aceptar lo que el error ha producido.